El lánguido Perfume |
aún pregunto a mi sombrío lago
si /el fuego/ tiene cuerpo
clavando esta rosa negra al muro
y sin rastro de su lánguido perfume
don dumas
MIS CANCIONES Y POESíAS KLANDESTINAS
Para este poeta muerto
no hables de su perdido fruto
sin entender letras pasadas,
nada presume su sombrío testamento
Pensad sus grises ojos...
se derivan
hasta un perfume de amada acacia
marchitada con la sangre del barro en las tinieblas
y enloqueciendo
entre los abrazos de su niebla
Yo te elijo a ti, un poeta sin rostro
y a tus adormecidas noches de almendra
sin hablar de este fruto
sin entender letras pasadas
don dumas
Miércoles, puede ser cualquier día,
una habitación de mi conciencia,
Con plenamar de luz y broza
entre los acantilados de eléctricas paredes
Mi fantasma nada
en el afluente rocoso
con el ciego suceso
que desprende la sal
Famélico crepitar que flota
y proyecta una idea cuántica
curvando mi tiempo
Tras el muro
mis ojos negros..
en la incertidumbre
no existen sueños
Un martes cualquiera
en la profundidad del dia,
construyo quimeras
aquello que siendo y navega
no fue
y abierta esta puerta, el hambre de certeza
Dentro de mí, dos galaxias
Agitándose
Agitadas
Agitándome
don dumas
Si sabes que vas a morir déjate arrastrar por la corriente oscura del río sin nombre de la noche al día entre la ceguera del agua embellecida con el sabor agrio del caos y sus ojos ausentes de visión indómita entre parpadeos que enquistarán el abrir de puertas en los comienzos dictados por aromas extraviados de roja rosa hablando de extravagantes sonidos y agasajos de parca en su belleza de auriga que erosionan nuestro desconocido elixir de vida eterna y muerte precaria ideada desde el invisible hasta un sencillo sinsentido del inclemente y fatal círculo invitándonos a ser mediocres una vez más sin esperar a quitarnos los zapatos de la espesura silenciosa del frío de lanza agnóstica atravesando el hangar de lo insólito cuando sabes que vas a morir
don dumas
¡Vuélvete desnuda! |
Sedúceme en tu crisálida superficie
rasgando el liso de tu blanca estela
¡vuélvete desnuda!
imagen serena, en lo más profundo
descansa tu secreto señuelo,
cercano sentido,
con la fémina transparencia
de las gotas de agua
y el sombrío humo, avieso
descontrolado
ocultándonos el esplendor de una catedral
sumergida
don dumas
(nos quedamos en la cruel superficie, pero la imagen era más profunda)
(La poesía, para Giuseppe Ungaretti, es poesía cuando conlleva un secreto...)
Y si llegara tarde... |
Camina, duende, camina
en tu noche extraviada
en los días que te envuelven /acabada la paz/
Se siente el paisaje perdido
Camina, duende, camina
con tu silueta al borde de las malas orillas
entre sus retorcidas cabelleras
de ideas malditas
entre los malos presagios
Y tu luz se sincera
se apaga
y me cobija
con la seducción del oscuro momento
Me inquieta tu ausencia
el absorbente olor que extraño
El arbusto a la espera
don dumas
Dame tiempo a entender este sueño presente
Tiempo para entender esta luz que ahoga mi volátil mirada
Rayando el pecho de la oscuridad
Fuego esperando mi fría despedida
Y absorbe lo desconocido
No sepas quién hurga tras la hierba espesa
Tras la dimensión de tu extraño parecido
Es este bosque de cruces que se diluye ante mis ojos
don dumas
...se diluye ante mis ojos |
Del sucio lugar, en antro escondida,
belleza que no se muestra a la realidad
surge la bella canción, tarde solar,
en su forma de hipócrita flor
Yo soñé mi sangre en su solsticio
/la erosión que no nos llega es eternidad/
de tersa melodia
su noche inexorable
empapando la blusa ceñida de novia
entre ecos de brumoso sonido
Me dibujaste en paisajes de titanio
en sombras de metal
al amanecer
frente al lobo húmedo y malherido
Sentía tu universo como un fino papel movido por un clásico viento
Señal extensa
¡no duermas hoy
en los ojos del guardián!
Espero a que tu frío rayo
refleje flor hueca en mi iris
y tal vez...
llegue hasta el final de mis huesos
don dumas
En antro escondida |
Hielo
de oscuro hielo
pensado en la dureza
en un mundo de miedo
bruma y desnudez
Brújula del hades, acompáñame
¡Acompáñame!
Hasta aquel horizonte de larga noche
rendidos al astuto cuervo de ala sierva
Esta máquina tiene forma de vuelo
su plumaje ondeando en brumas de la orilla
ciénaga al bulto
y al barro...la muerte
don dumas
Acompáñame |
Óxido es el brillo de tu piel |
Como a un pájaro ciego
me atrapa el profundo letargo de tus ecos
En odas que replican al tiempo
(en tus ojos)
Se encoge
ese mal lugar que habito
hasta la perfección
No existe el ruido
en ningún baile macabro
Soy esqueleto
del revuelto movimiento
imaginado
sobre las alas de cualquier viajero loco
don dumas
Este breve poema me recuerda que no existe el autor, tan solo la universalidad que emana de la realidad o de la imaginación. Elegiré
Un baño en las tibiezas, con la profunda
gracia enferma
hay penumbra en los inicios (del comienzo)
de blanda cáscara de amanecer
ella protege mi rabia
sin hacer pensar al trasluz
escondida en mi inquieta garganta
voz fuerte de menosprecio es mi vello y, en piel resquebrajada, tales mentiras
descanse el amargo lúpulo de los malos modos
en morgue estancada
de charco sucio
y el enemigo exhalando mi devoción
sabré tumbarme sobre esta tierna hierba
impregnada en ella la cruel desbandada de mi cuerpo
frente a un mar de rojo salitre, renovando
a mí yo loco en mis pestañas
tosca simbiosis de mi plena ignorancia
don dumas
En tus trasparencias
los bailes revolotean
y la danza se engendra alegre
en la aplastante ceguera
amada por el dúctil aire;
de velos dulces
mi mano henchida
recuerda mi tacto
a tu cantar, difuso espectro aprehendido
en dama blanca;
al sigilo de nuestra almohada,
reposando cristales y aromas de loco abandono,
surgiría el aullido, erótica planta de sacramento,
alargando el infinito;
con la noche cerrada
en abrupto vuelco
al enamorado acoge, expandiendo
el calor en sus velas de recta armonia;
una chispa
reflejo de mi incendio
y en tu cuello de aroma rosa
sucede todo mi universo
don dumas
Capítulo I Videncias
Y regresé desde los mares de la tranquilidad
entre tumultos y desgarros, abierta piel de escalofrío
¡Abandonadas las batallas!
Y mi Géminis
asombrándose, siempre excitado,
y radiante...
y reflexivo...
fondeando las grises veredas entre mis locos esbozos
Regresé desde el más allá de mi loca Impostura
saboreado su perfume ingrávido
¡Dadme la palabra rotunda!
Construiré las bellas derrotas
y el hueco de los vacíos a mis noches
Un soez tallo, una vivaz hoja, resistían a los golpes de huracán
y el frio eran ojos
mares congelados
rosas muertas
que sólo perviven en la atávica memoria
Lábiles huesos recitarían bajo la luz de las lunas
a mi blanca y alejada muerte,
y me expandiera como tinta que mancha
en la espesa bruma del cerrar de ojos
Miércoles maldito, me llamaban los malditos,
no escuché el abrir de puerta extraña,
atrás Marte y la soledad de sus lúgubres pájaros de brisa
/eran bosques habitando el azar de los cielos/
Regresé desde ninguna
memoria a la cara oculta del sí de los espejos
/Y al palpar de mi hígado, un nuevo despertar/
Videncias |
Capítulo II Sincrónico
Era secuela una hoja,
orbital en el terso de los olivos,
mater de rocas y numen
en su voz perenne me habló:
De entre todas las profecías yo te diré una,
impregnada de oculta mirada:
"La llama romperá al león, satisfaciendo fragilidades"
¡Ah, la vida sobre el aire es mía, y de todos vosotros...los suelos pisoteados!
Las visiones de los fantasmas se diluyen entre los sonidos agrios de un arpa
Nadie las observa
Barcos
somos barcos
navegando sobre un mar de esqueletos y olvido
Seré tenue sombra y plácida luz
desde mis tallos hasta la seca arenisca
redimiendo a los soles su cabello ya apagado
donde escribir el adiós todos los días
donde sentir un funeral todas sus noches
Siendo esperanza, soy tu verdugo
Sálvate al beber de mi saliva
Serás la historia de una reina entre vestigios
enjuiciada por crímenes del extenso papel
Barcos
Somos barcos a la deriva de un cosmos plateado y de sus ojos escapando
teñidas las mañanas de estupor
Hoja verde, orbital de los olivos, testigo de la incrédula oscuridad, seria mirada... a la luz del día
Sincrónico |
Capítulo III Los caballos
Retrocedo en espiral, en garganta que hace vida
¡Regresé tarde, a la ausencia!
de aquellos mundos llamados Poesía
donde "todo" eran batallas
Atrás, la única existencia en la única noche
Regresé siendo caballo
sondeando los vacíos
y unos ojos grandes,
enormes flores de visitas
robles de negrura
definieron mi galopar
don dumas
Caballos |
"Si dormidos los cruentos arreboles en su carga de luz amaneciendo sobre barcos sin retorno en la hora desconocida hasta por el propio haz divino de las famélicas huellas de la "doncella" fuera sólo una creencia y solo perdurar en ella ser su completo sentido"
NO ENCUENTRO EL SENTIDO
Me ofrecí a la lentitud
Envejeció el poema
Hoy versos y poemas
Esa rama alarido del bosque
De cielo ralentizado, transformándome
Larga vida a mi noche, larga noche es mi vida
Si temblar fuera sentir solo frío
esconderse...donde no encuentro el sentido
Aún sin respirar
Tú me diste un beso al cruzar de la calle maldita
Y yo volví a olvidarte bajo su influjo
bajo las alas de tristes aves misteriosas
Me sobrevolaban
y me escupían su intimidad
de animal espeso
Sobre el deseo frágil en mi tacto, su peso en mi pecho
Permanezco, Tránsito de mis cicatrices
Y remo, remo hacia esas mañanas sangrantes de pálido satén
Al sentido huido y cobarde
Solo Soy versos y poesía
don dumas
Fue un valiente poeta que se atrevió a abandonar la poesía con 19 años, pasando a ser maldito, poeta punk, extranjero, apátrida pero sobretodo insuperable en su poesía, la poesía más excitante creada por un poeta. Poeta entre todos los poetas.
Envidio su valentía de abandono pero también su genio, su instinto, su talento y su POESIA. Gracias niño poeta.
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Antes de dormirme, sentí una iluminación, caminé hacia el calendario, sentí la mano de Isabella y el espíritu de Rimbaud. Fueron estos cien segundos (Perdonadme las incorrecciones):
Todo se volvió maligno. La atmósfera silenciada de sonidos, las nubes plateadas eran escombros y desafíos
Mirad mis zapatos, crujen a muerto sus pisadas al barro, el hambre por llegar pronto a la oscuridad de un rincón, a su olvido sin desesperación
Giro mi cabeza, fantasmas solitarios, su blanquecina estampa, me habitan sin palabras, y los murmullos son huecos lamentos del abismo indeseado
Me despierto sobre una cama henchida de sofocos, un recuerdo en nebulosa, una mesa encandilada, contiene sobre su tabla marmórea las siete copas del Profesor. El trago amargo cada uno de sus días, al broche de la semana. Cada día, ¡cada día!
El fuego arde, la nieve enfría, son los ojos turbios del diablo, apenas deja entrever la silueta luminosa de las cuatro letras. Soledad, la compañera fiel del aturdimiento, cuando todo se acaba, y el río abandona su caudal, negándome todos los hemisferios
Hay nortes que no existirán a mis ojos, y mi bella durmiente se apaga en paz a mis pies, adsorbida sangre en mis venas siderales. Duerme
Todo se volvió maligno, era en mi pensamiento el gris su más bello color y apenas amaneció, ya no te veia
Pero se abrieron los cielos durante cien segundos
Y regreso nuevamente al abismo
don dumas
"Seré breve"
Yo nada
Tú completa noche
noche decidida
¡De cielos vencidos!
Yo nada
Tú ruido ¡Cientos!
completo horror
hondas heridas mis entrañas
el paisaje, sus urbes, mi duelo
Yo nada, todo temo
"Fui breve"
don dumas
Elegiré un día
del diáfano clarear como pétalos erizados
diluyéndome entre su aroma de tramas salvajes
Elegiré un día
entre la mirada más penetrante
bajo el obsoleto recuerdo de una tierra perdida
lluvias completando los océanos
con el celeste despuntar de mi euforia
Navegaré entre las perdidas siluetas de Rodio
más lejos el ocaso que la orilla
más estrecho que las penumbras
Elegiré un día sin tú saberlo
don dumas
don dumas
Inclínate ante el furor del oleaje, escucha mi súplica en la oscuridad
Huele a calle, hundida piel que duerme bajo el olor de mi carne desnuda
Néctar y sangre, del color de la cera, brotando de un mismo relámpago
Como expresión que emana en el caos de tu laberinto, orto y ocaso fundiéndose a la intemperie
en el espasmo
Sobre la neblina de una larga ausencia
nos seduce un diario de flores, de sombrías palabras escritas en francés
solo visible a los ojos del diluvio, a los ojos de un poeta
don dumas
¡Oh! Mi bella destrucción
En ti reposo prisionero
En tus escabrosas páginas de libro maldito
Profundo mar de negras rosas
/Tu frente ancha/
Y yo mismo...
como el diurno en la nocturnidad
arrinconado en otra vieja noche
don dumas
Deduzco el paisaje húmedo, en tu mirada brota
El ruido del beso extenso
hace sangre en mi verso
Se abren mis poros al agua tierna de tu tempestad
En la inmensidad de un balanceo intenso
Rasgado el gris
en las escamas de mi dulce ancestro
don dumas
/Radical/ hermosa profecía, me anunció Sharon Olds en su libreto esdrújula, atrapada en poemas de un cercano amanecer.
Abrázame como los árboles a la niebla, sintiendo las islas de tus manos, tu frialdad agarrada en mis puños. Con el oxígeno escondido en mis pulmones, la vida nos fijará perversos recuerdos en su seco aire.
Estupro oscuro, oscura bendición. Erizado el bello de la serpiente, con la trivialidad de nuestro silencio compartido, con la felicidad en tu escotado diluvio.
don dumas
(Aún sé que todos mis fantasmas se llaman Baudelaire)
Divido mis caminos en sentencias
Ante las Verdes ágoras de mi rubor,
de afonías despiertas sobre mi silo fantasma
Solo Vivo cuando me escucho
respirando el aroma del trébol
Y es solo una opinión
don dumas
TIEMPO APAGADO 19 - Noviembre - 1992
Vagabunda la noche que no deja dormir
Entre rejas atrapado de corazón solitario
Trepan mis venas por el calor de tu sangre
Con finos cordeles de estrías colgantes
Extravío agonizante ¡Reina de mi Imperio!
Es la duda culpable ¡Veneno de mi cordura!
Siete sueños circean mi cabeza dorada
Satélites vigorosos de penumbra y cal
Giran y giran, persiguiendo el azar
Luz incesante que apagarse no sabe
"Este poema que andaba perdido esconde el milagro de haberlo rescatado hoy mismo de su escondrijo, aún recordaba el momento en el que lo escribí, una oscura noche de noviembre, pero hoy la tecnología me lo ha revivido. Alucino. Y contento"
Con tu sincero despertar de los espacios
Donde tus rodillas se funden con mis ojos
En un hondo perfume, sin el rubor de un
cometa
Dejo de existir bajo mi piel de humano
Desplegando mis oscuras alas de siervo
Injerto "tu voz" sobre mi pecho dorado
don dumas
Sobre el mar de la tranquilidad
Su perfume encandilaba ojos nocturnos
Una rosa roja ha vencido entre arreboles de julio
Hija de todos los sueños
Y no tan lejos... yace la odisea
Guiño a un paso eterno
Sonaba a hermano, íncubo aleteo del águila
La dulce eternidad
Bajo la prístina delicadeza de Dios
¡Mirad como brilla su interminable
oscuridad
en el universo!
Gigantesca resuena
La delicada lámpara del cosmos
don dumas
Cómo me encanta celebrar este aniversario
Aquella ilusión e imagen gigantesca permanecen.
.
átomos vestidos de niñas,
distraídas en la intimidad de un pensamiento,
el pensamiento atribulado en deseos
El lánguido Perfume Hipnótico...y luego la guerra; aún pregunto a mi sombrío lago si /el fuego/ tiene cuerpo clavando esta rosa negra al mur...