Vestías el fino temblor de la pasión
embellecida con el olor de enigmáticos frutos
La luna vaporosa te desnudó de joyas
Levitabas en una silueta muda
La luna vaporosa te desnudó de joyas
Levitabas en una silueta muda
derramando tu mundo sobre mi hastío
Acústicas manos entrelazadas en aire ardiendo
Tu sangre gritándote
Oh, siento esas manos divinas que me calman
Su tacto introspectivo pasea entre mis escondidos bosques
buscando el día sin final
Acústicas manos entrelazadas en aire ardiendo
Tu sangre gritándote
Oh, siento esas manos divinas que me calman
Su tacto introspectivo pasea entre mis escondidos bosques
buscando el día sin final
Cría de loba erizada entre el bien y el mal
¡Despiértame!
Hoy duermo sobre un amor cansado
¡Despiértame! rescata mi cara en la hondonada de mi podredumbre
¡Despiértame!
Hoy duermo sobre un amor cansado
¡Despiértame! rescata mi cara en la hondonada de mi podredumbre
No distingo tu lengua de la mentira
tu beso oscureció mis instintos
Cuando bajas de tu cielo con tu enigmática belleza
arrecia una lluvia negra sobre el hombre
Y yo me apago entre su vapor y tu rocío misterioso
don dumas
Me encanta esta cita de Nietzsche, tan verdadera y permanente:
"Lo que Dante y Goethe pensaron de la mujer - el primero al cantar: "ella miraba hacia arriba, y yo hacia ella"; y el segundo al traducir: "el eterno femenino nos impulsa hacia arriba" suscitará la oposición de toda mujer medianamente digna: pues esto es precisamente lo que ella piensa del eterno masculino..."
Amén