1989
Una
visión me aproximó,
desafiando
al tiempo,
a la misteriosa zona de lo no reconocible;
en la antelación me situé y,
ahora,
en su espalda reposa mi alma.
Una
nube metálica,
mecano
ovalado, flotaba,
suavemente
navegaba
en un cielo inmensamente oscuro.
Mis
ojos, testigos primorosos,
advertidos
por la magnitud, contemplan
sensibles
el dulce acercamiento.SIREBILO
No hay comentarios:
Publicar un comentario