31 Octubre 1990
Tiempos
futuros,
como
lobos hambrientos, se aproximan,
amenazadores.
Torbellino
arrasador,
imperceptible
para todos,
quema la
historia.
Una voz
surge en su lejanía,
grita a
nuestros oídos.
Voz
amarga de un destino,
temblorosa
por su suerte.
Grabada
quedó en él
sueño de
los profetas puros.
Ellos son
su sombra,
reflejo,
testimonio,
aviso.
Voz que
habla de odio y
veneno en
los hombres,
tierra
ígnea,
intolerancia
y guerra.
Y caigo
de rodillas,
buscando
en sus palabras
otro
camino.
Otro
destino.
ILIRIA
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