Encontré la impureza tras mi iris en una inagotable búsqueda y en mi vientre ardiente eras tú,
polvo suspendido
y si supieras que existo no revolotearías al palpar de la noche, serías mi huella marcando los espacios muertos
de la misma locura que se desvanece en el regreso de la desnudez, el eclipse ante la estática belleza de mi abismo en silencio
Arrastro hijos de otras vidas, con la adolescencia de los mares, esquirlas abrasadoras tapiando mis poros de vida
y si fueran los cielos, sus oscuras nubes, un espejismo, siendo yo el capricho de un arrogante y maléfico sueño, carne del universo, siendo así...
vuélvete de angustia y afonía al palidecer de mi instinto, las hojas secas recogerán el estridor del día, y escogeremos entre sus delirios muertos
En su trágica mentira; el riesgo
don dumas
Esa invisibilidad cobra sentido con tu palabra. Es tu verso el que le da entidad.
ResponderEliminarPrecioso!
Yo, que amo lo invisible como ese extraño momento que nos rodea.
EliminarGracias por tu hermoso comentario
Besoss Luna
Cosas que no se ven, pero que desde luego se sienten. Magnífico. Besos :D
ResponderEliminarEl territorio de lo invisible, lo impalpable puede llegar a serlo más trágico pero también lo más solemne.
EliminarGracias
Besoss Margarita
Todo aquello que sentimos es lo que nos hace reaccionar, tal vez la visibilidad solo sea un mero capricho jugando al despiste de lo que realmente importa. Profundo y bello, don dumas. Un placer leerte.
ResponderEliminarMil besitos y feliz octubre ♥
Hola Auroratris. La visibilidad es un capricho así como el olvido de lo esencial, lo trascendental, lo metafísico. Solo veremos aquello que queramos ver...gracias
EliminarBesoss