Son tus dedos, a tu mirada tacto hambriento
naturaleza de flor divina
Señora, el recóndito placer espera
negación en la superficie
don dumas
obsérvame como a un perfume el perfume sombrío nocturno de la inconsciencia reino oniria donde no existe pecado y ante el servil conocim...
La poesía se revuelve en el subconsciente, y antes de despertarme, ya existía
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