lunes, 3 de enero de 2022

UN CIELO IRREAL

Abundaron los olivos en Marte, asombrando a la curiosidad y la impaciencia de Phobos.
Abundaron aquellas manos manchadas de su aceite, cual dios divino.
Y pechos desnudos mostraban en su perfumada piel,
su bostezante herejía, a un alejado sol.
La noche siamesa, con la tranquilidad del susurro, hablaba con la voz de extinguidas flores, quemando fábulas en su rojo color sobre el libro donde ardían mis ojos.
Era la vida respirada de un perfume

don dumas







8 comentarios:

  1. Entre la surrealidad y el mito. Un abrazo. Carlos

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    1. Hola Carlos, ¡estupenda observación! Muchas gracias,

      Abrazos

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  2. Te taje champagne
    para que inundes tus letras con el
    abrazo desde la orilla del mar

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    1. hola Mucha, y tan embriagador es el mar, tan inspirador como el champagne

      Gracias,

      Besoss

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  3. Me encanto ese final para tan lindo poema. Saludos amigo Don Dumas.

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    1. Hola Sandra, y a mi me encanta que te gustara un final.

      Gracias amiga

      Saludos

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  4. Precioso y melancólico. Hermosísimo. Besos :D

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    1. Hola Margarita, no sé recordar, de ahí la melancolía,

      Graciass

      Besoss

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