Nos refugiamos en un beso, ardiendo entre un fuego de manos, un segundo antes del segundo después
Sofoqué fuego sobre la oculta zona de unas colinas virtuosas, donde todo se espera
Y sobre mis hombros, hundidos por el peso de tu oloroso recuerdo de tristes,
bajaban de sus cumbres los fuertes alegatos,
hasta desaparecer en frondosos pretéritos...las noches se agrietan en sus pecados,
como una rosa entre mis dientes
Escapamos de sus alturas, de sus ennegrecidas dudas
don dumas
Escapamos de sus alturas, de sus ennegrecidas dudas
don dumas
"Deja que mi poesía llore hasta ti, entre pañuelos mojados de final"
Adrenalina que baja a torrentes por las venas de los que te leemos, somos como vampiros sedientos de tus versos.
ResponderEliminarNo puedo decirte más!
Engrandeces la palabra querido amigo!
beso enorme.
Gracias Luna por tu inspirador comentario. Siento esa adrenalina de versos cuando escribo, la droga más potente entre mis dedos
EliminarGracias
Besoss
"Un segundo antes del después*..." No hay más que hoy, amigo. Mañana vaya a saber saber qué dirá el ayer.
ResponderEliminarAbrazo más que grande. (* Hallazgo, por cierto)
Hola Carlos, me confunde bastante la percepción del tiempo, me confunde casi todo, apenas se si soy. Es todo tan confuso para mí. Lo único que veo con claridad es la noche.
EliminarGracias amigo!
Fuerte abrazo
Paso a recorrer tus letras en la oscuridad y te encontré con esa rosa..... Saludos amigo Don Dumas.
ResponderEliminarHola Sandra, amo la rosa, tan bella como efímera
EliminarGracias amiga
Saludos