En el dolor del azar, entre vuelos de transparencias
Tras una puerta tullida, tu estatua
¡Que no se extravíe en el vacío tu tentadora imagen!
Un grito arrancado sin tu voz, pesa en mi garganta dormida,
lacrimada esperanza de tu dios Anubis
Mil vidas tuyas de espera
lacrimada esperanza de tu dios Anubis
Mil vidas tuyas de espera
se queman entre mis defectos
Soy el día sujeto a tu tormenta
Pero permaneces fría y quieta en tu suelo resbaladizo
Pequeña mariposa, atrapada estás entre sus efluvios,
Tu carne, señuelo de las aves que brillan, duele
Te duele tanto como tu miedo
Soy el día sujeto a tu tormenta
Pero permaneces fría y quieta en tu suelo resbaladizo
Pequeña mariposa, atrapada estás entre sus efluvios,
Tu carne, señuelo de las aves que brillan, duele
Te duele tanto como tu miedo
don dumas
"Si pudieran cubrirse tus cenizas con luz"
Lewis Carrol nos mostró la mirada de una niña, agarrada a las raices del árbol, inmersa en el hueco que sobrevive en la esperanza: el surrealismo tenebroso que solo sus ojos, pequeños e infinitos ojos, ven.
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