me habláis, con el volátil rojo que arpea sobre mis ojos,
inmerso en mi vesánico mundo de círculos
Hay mantos de amusgada tela que tapan el canto de mi solitaria voz
Es mi pagus sin sentido
La temerosa frescura, tan apretada, ella, en una mansa rueda, viajera de mi tiempo bastardo
Me muerden celosos los paraísos de Venus, mi carne temblorosa encerrada por su cielo
Ascendentes sorbos donde escondo mi demonio entre mis alas de ángel
ante los ojos de esta dama persa difuminada en la niebla
Y no solo me observan
Me agarran sus profundas raíces del consuelo, escondidas entre una tenue luz
Invisible
Reino de los iris perfumados
¿Por qué no soy dueño de mi vida?
Expectante, yo reposo, entre el óxido de las jaulas,
para conocer el futuro de mi muerte desconcertante
Mundo de imperecederas cenizas, yelmo abrasador en mis manos huidizas
Señora oscura, paseas en todas mis noches enseñoreada de sinrazón
Lloro tus estrías, las lloro, malditos surcos hiriendo mis lunas exentas de tus días
don dumas
A Carlos Acutis
Un gusto leerte y me quedo perdida entre tus letras mientras me acarician las alas de un ángel. Saludos Don Dumas.
ResponderEliminarHola Sandra, recuerda que soy un delicado demonio.
EliminarSaludos!
La oscuridad, inspiradora y a veces terrible.
ResponderEliminarBesos.
La oscuridad me aterra.
EliminarBesos
Extrañaba la voluptuosidad de tus versos, la vorágine de tus imágenes, tus metáforas resignificándose... y esos hallazgos que siempre me llevo clavados como aguijones en la mente: "entre el óxido de las jaulas, para conocer el futuro de mi muerte..."
ResponderEliminarAbrazo gigante, Don... Ya la entrada anterior me quedé con ganas de comentarte.
Hola Carlos, la poesía, como una fragancia, nos impregna y a cada uno nos regala su exclusivo perfume.
EliminarSolo existe una palabra que me hizo inalienable.
Un enorme placer tus lecturas.
Abrazo gigante Carlos
Enmudecida esa voz que gime entre piel y huesos, y bajo esas tupidas y heridas alas, ante quien contempla desde su innata oscuridad; preso, y sin más destino que la sinrazón, en esa doliente vigilia…
ResponderEliminarTan hermoso como profundo y significativo…
Siempre un placer leerte, querido amigo.
Abrazo grande.
Hola Ginebra, y ahora preso de tu envidiable comentario, de tu insondable sensibilidad, tu hermosa personalidad!!
EliminarGracias Ginebra
Un abrazo grande