DiOS
En la noche que se desvanece
revivo sobre tu lenguaje universal
¡oh Dios!
qué belleza entonan tus manos
con el caudal del amplio beso
hierba rezumante
donde siempre encuentro armoniosa
tu música inteligente
Y con mis ojos cerrados pero vivos
en un canto de mi alma enquistada
del negro paisaje entre claros y ausencias
yo descubro tus míticos rasgos
en mi aletargado vacío
NOCHE
La muerte del instante
en la noche cae como un torrente
¡Qué lugar más frío es mi infierno!
Arden con sus gritos los cercanos pájaros del instinto
donde se encumbra en Atenea el robusto de los ojos
fatídico roce de plasma antes de la implosión en los segundos
Mi estimado hombre blanco ¿ha dejado de hablarme?
¡Espíritu solemne!
Su lengua oscura desenterrando el árbol de un viernes trágico
Pequeños trances del instante
Venís por el aturdido camino en el que os leo
hasta el estallido de mi parsimonia
He inventado palabras y he olvidado frases
Mi espíritu no respira, mi ego se solventa
don dumas
Estoy en Gigantesca, mi novela futurista
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