"Torné a lo obscuro, a larva reprimida otra vez en mi frente
y un terror hizo que gozara de mi corazón en claros cantos"
Humberto Díaz Casanueva
¿DÓNDE ESTOY?
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Entre los erizados oleajes |
Es tomar el ínfimo punto que ofrece su brillo a la primorosa casualidad
Y sin convencer
/sobre las escamas del pez maldito/
/ni sobre el martilleo de azules oleajes/
Qué bella historia cuentan tus ojos
al oscuro túnel
que mi piel transita,
mi piel adorando a la tuya
Y las cenizas intermitentes al vástago de los inicios -asoman-
Donde la noche se esconde
Entre sendas desconocidas
de culpas y divinos
vagando
sin descanso
Y asomando, asomando
en la anomalía de mi éter imaginado
¡Y cómo escapar de este cuerpo vulnerable!
transformado en viento
de interminable forma que difumina las presencias
que me electrocuta
con su desafiante olvido
Entre sendas desconocidas
de culpas y divinos
vagando
sin descanso
Y asomando, asomando
en la anomalía de mi éter imaginado
¡Y cómo escapar de este cuerpo vulnerable!
transformado en viento
de interminable forma que difumina las presencias
que me electrocuta
con su desafiante olvido
¡La crueldad exponiendo su fondo eterno y sin final!
¡Cuántas flores muertas!
¡Desparramadas!¡Esparcidas en círculos aturdidos!
Y tras este oleaje de versos "no enamorados",
mi oscuro cementerio
EVANESCENCIAS
En la noche de las aguas
los cobrizos y los verdes se mezclan
No hay alternativa en la fuga de esta espesa tentación
Se insinúan sus largos cortejos
entre mantis y súcubo
¡Despiertan las incertidumbres en los ansiados senos!
Pero tú, mi fémina delicada, corrígeme, sobre los versos hundidos de mi impulso deseo
siendo yo maquillaje de tus lascivos recuerdos
chorreando sobre tus mejillas, disparando mi semen entre latigazos y tempestades
Y así entiendo yo mi propio cautiverio
adorando a mis monstruos
en el dichoso mar agitado como regalo de los muertos
Pero ellas dormían...
¡Cuántas flores muertas!
¡Desparramadas!¡Esparcidas en círculos aturdidos!
Y tras este oleaje de versos "no enamorados",
mi oscuro cementerio
EVANESCENCIAS
En la noche de las aguas
los cobrizos y los verdes se mezclan
No hay alternativa en la fuga de esta espesa tentación
Se insinúan sus largos cortejos
entre mantis y súcubo
¡Despiertan las incertidumbres en los ansiados senos!
Pero tú, mi fémina delicada, corrígeme, sobre los versos hundidos de mi impulso deseo
siendo yo maquillaje de tus lascivos recuerdos
chorreando sobre tus mejillas, disparando mi semen entre latigazos y tempestades
Y así entiendo yo mi propio cautiverio
adorando a mis monstruos
en el dichoso mar agitado como regalo de los muertos
Pero ellas dormían...
¿por qué no asoman las orquídeas entre los indicios de mi ventanal?
LOS QUE BUSCAN
dudo de las máquinas
dudo de los hombres
¡dudando de mí!
me procuro el terciopelo otoñado
de sus hojas famélicas
en aquellos vastos arrecifes
de negros y cautivos ojos
pulsando mi despertar
LOS QUE BUSCAN
dudo de las máquinas
dudo de los hombres
¡dudando de mí!
me procuro el terciopelo otoñado
de sus hojas famélicas
en aquellos vastos arrecifes
de negros y cautivos ojos
pulsando mi despertar
sobre el final de los oleajes
don dumas
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