Quédese en el mar el extraviado mal que me amó,
llegó tarde al calor de verano,
las perniciosas canas extendidas sobre mi silueta
Mueran sobre mi sucia tierra las mil monedas al aire, extrañadas en el viejo azul
La espera, la desnuda espera, desboca mis estaciones entre la sequedad de mi desastre
Cierro mis ojos rojos para no entenderlo, de su copa brindando penden los hilos de mi estancia gris
En cada final encuentro un inicio a mi eternidad, fundida entre mis cicatrices de hombre
¡Tantas son sus heridas!
Y abrumo hasta la última bocanada en mis pulmones deshidratados, hasta la asfixia
¿así es la muerte, pequeña?
Nadie como un lobo aúlla en el colmillo tanta rabia, viéndome desaparecer, como una pestaña en el abisal de su garganta, huyendo hacia la timidez más absoluta
Soy prisionero,
me ha robado el silencio,
solo existo en mi nefasto pensamiento,
aquí desaparezco,
caído sobre la abundancia de flores. Y me embriago de ellas, madres de mi muerte
Admiro el odio a mi carne, reflejo turbio en el espejo de dos vidas perdidas
Ya no resisto mi columna hecha de grillos, con su negro escozor de destrucción
Ansío ser el escondite de la lujuria, sin hueco ni aliento para el amor
Yo, que vivo en la sangre de mis ojos
don dumas
Brutal, es pura energía,es puro rojo...ROJO ABSOLUTO.
ResponderEliminarMe ha fascinado el ritmo del texto, cada imagen que golpea como un puño en la boca del estómago.
Puro grito, fuego y esa ira amontonada en los ojos rojos.
Realmente genial Don.
No puedo decir más que MAGNIFICO.
Vibrante,cada palabra,cada sensación.
Un beso admirado!
Hola Luna, a veces cuando escribo versos no los concibo sin rabia. Incluso amar requiere rabia: nacer con rabia para morir con delicadeza
EliminarGracias por tu generosidad, sin duda, y por transmitirme tus sensaciones.
Besoss
Cuando he terminado de leer, ha quedado en mí el rumor oscuro de un mar agreste, la huella impronta de un ser sin piel, descarnado, habitado solo de sentimientos y de un rubor hecho de latidos adormecidos. madres de mi muerto...
ResponderEliminarSolo queda respirarlo.
Un beso enorme.
Hay metáforas increíbles, don Dumas... Los grillos, la sangre de los ojos..
Hola Mag, "un rumor oscuro sobre un mar agreste" que bonita expresión, en tu sensibilidad barroca germina esa poesía que transporta la incertidumbre y el misterio de las palabras...
EliminarGracias Mag, por tu hermoso tiempo
Besoss
La sangre de tus ojos, la exquisita surrealidad que tu mirada disemina, las encendidas sombras que fluyen de tu más íntima poesía...
ResponderEliminarAltos versos, amigo. Abrazo agradecido.
Hola Carlos, comenzaremos creando poesía en cada mirada...después, tal vez, alguna pluma sea valiente y la escriba.
EliminarEs un placer tu visita, gracias
Abrazos
Ese tiempo que nos delata toda la verdad. Cerrar los ojos para ignorar y abstraerse en el pensamiento. Maravillosas metáforas que dejan entrever entre la oscuridad.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Mil besitos y feliz semana, don dumas.
Hola Auroratris, tan solo me queda el pensamiento, el vacío que se sumerge en mis antípodas.
EliminarEl placer, para mí, es tu lectura y tu compañia.
Besoss
Estamos hechos de heridas y de sus cicatrices. Ese espejo que nos devuelve nuestra imagen aparente y la otra más escondida y quizá no realizada.
ResponderEliminarSomos nuestros pensamientos y desapareceremos con ellos.
Siempre inquietantes tus letras.
Bravo👏🏼
Hola Galilea, con esos espejos que nos muestran en su reflejo soterrado en cualquier objeto de nuestro día, con ese brillo que atemoriza. Y como también comentaba a Auroratris, al final, solo nos queda el pensamiento.
EliminarUn placer tu visita, gracias
Besoss
Don dumas, tus expresiones
ResponderEliminarson altisimas y tu pluma única.
Besitos dulces
Siby
Hola Siby, gracias por compartir mi airado viaje con tu lectura, y hacerle un hueco a tu sensual imaginación
EliminarBesoss