Soy un juego
del
miedo tras la ventana
escrito en la novela hundida
de cielo negro
llorando en sorbos de tinta escarlata
La mujer templada
adivina de mi pensamiento
muerde el corazón que me tiembla
Sortija de agonía soy en su pecho
abrazado con largas esperas
Y alma que vuelca y dilata al mal
en mis viajes aciagos
bajo esperpentos que ya no siento
Torpes y embriagados
se desangran los niños del bosque
Sus caras se desvanecen entre mis juegos
del mal


Una noche de marte imita al grito de Kathleen Hanna. Su fuerza me enamora.
ResponderEliminarHe rescatado esta poesia de mi blog mis sombras klandestinas, porque amo esa parte maldita del mal, me atrae lo prohibido, ¿a quien no?. Si, sigo con mi grito más irreverente y rebelde