¿Dónde construyeron las máquinas?
Saluda el caballo de la nostalgia /galope mecánico/ busca paraísos entre la matriz, entre resinas pegajosas golpeadas en el tiempo, marchan los viajeros silenciosos, la mancha se expande a través de la mirada de las madres; el universo de todos se encoge o era tan grande como su !ingravidez!
Los príncipes dominan a las aves, la estructura de sus aleteos, viven lejos -- sin pájaros en la noche -- los sueños no habitan el metal. Los sueños se desvanecieron con las centurias
Proscritos son los colores del cosmos, oscureciendo por tormentas y bacanales rostros de carne y sudor, implosión en el cuero negro de los días, en un agrietado amanecer, con la impronta de una vigilia perenne frente a los espíritus aún no nacidos; se agitaron las tierras ofrecidas a las sombras /sus solemnes guerras/ El drama habita en una cáscara de fina piel
Bajo los ríos de sudor forjados de tormentas, brillando entre el sacrificio antes de la evaporación, se forjan rabiosos surcos con el extenuante trabajo...demonios grises, parece que sonríen, exploran las sienes de los maldecidos
/Hundidos estáis bajo vuestros pies/ longeva amalgama de extraños minerales ¡Alimentad el jardín de vuestros bastardos!
En las fábricas las máquinas sonríen, las metálicas velas apuntan a Orión: ¡bendito el olor a oxígeno! Sin miedo a la explosión
¡Escuchad! el aire azul de la inexistencia, truenan las computadoras, el alma de la lluvia, en su cadena opresora, interminable en la longitud de vuestros ojos, acaso cansados sobre el lugar injusto, la oculta belleza...
Contra el cielo, se revuelve todo el polvo, sutil, ennegrecido, y los hombres malditos observan, son observados, sienten la desgracia por no saberse. Buscan a los dioses entre medicamentos humeantes y hormigón, en su delirio extrañan, a veces las cosas cercanas, a veces nada, en la profundidad de su inviolable pensamiento ¿Dónde se perdió el hombre?
Anónimos, la sangre habla por ellos. Oh, vivo en una poesía eterna, en vuestro redondo circulo de páginas perdidas
Pérdidas o encuentros, con la similitud de una similitud
don dumas
comenzado Juno
con poesia Industrial
homenaje al Hombre silencioso
Oh me encantó lo de poesía industrial, y esta prosa destellante, tal como los metales que se funden y deshacen en estas fábricas, la oscuridad, el trabajo y la fuerza, hacen de esta especial narración un momento único.
ResponderEliminarBesos!
El trabajo lo hacen los hombres, la oscuridad de los viajeros silenciosos
EliminarGracias Luna
Besoss