/La cama siendo un nido grande/
De sus madres salimos
aturdidos y borrachos (embriagados)
Los hermanos
¡sorprendidos!
asomando sobre la asombrosa siega
sus ojos negros, sus negros ojos
No lloréis al final del camino,
en el sombrío delatar,
pues alertáis al cuervo en sus noches
Admirad vuestra serenidad
rompiéndose en cascada
Sed doradas monedas
que abren como pétalos en los pulmones
don dumas
El hermano Jhon ante Gigantesca
En esta canción descubrí su asombrosa cadencia rítmica, como señales de los caminos de la vida, y arañé en la lejanía de otras existencias y de otros mundos esta poesía, que aunque no me pertenezca la hago mía. Nada me pertenece y esto es perfecto... Este matrimonio de música y poesía ¿Y antes del Universo qué existía antes: poesía o música? Tal vez sean la misma existencia.
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