al mismo tiempo
me abandono al árbol y respiro al muerto
la no existencia
en el profundo de mis venas
recito a mi sangre
entre los venenos del intimo arbusto
echando de menos la extrañeza
no recuerdo pausas
solo inquietud
en la maldita de mis dedos
al mismo tiempo...
con un rezo a Rimbaud,
mi exacto odio de tragedia a los poemas de Pizarnik
soy al éxtasis
soy al lúgubre barco vacio
sus santos funestos
me deformo en el avispero de las dudas
donde devoro sombras
y el nunca más
don dumas
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