CANCIONES Y POESíAS DE LA OSCURIDAD
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| El bosque oscuro |
I - DOS SEGUNDOS
Párate dos segundos frente al frío eterno
Sin disimular tu mirada afín
Observa a la Aurora oscura como cabellos del mal
y adelanta las palabras que diría Dios en el futuro
La llamarán profecía
II - POEMA OSCURO
Soy un poema oscuro
ante el último otoño
Acaso no me reconoces,
entre la imaginación de las máquinas,
evocando cielos
de alma postiza,
de universos
erosionando la soledad colectiva
¡Ay, como duelen los "algoritmos del yo"!
Los pájaros se esconden del miedo
trinos entre las sombras
su atmósfera embriagadora
empapando la serenidad de las horcas
¿Quién os teme ?
!Pues avanzad!
A través de los humos sonámbulos,
errantes,
como mártires del sueño
Imagíname en hojas sin aliento
de gris otoño
e imagina mis dedos de crepúsculo,
dibujándote,
entre las transparencias de mi Apocalipsis
III - EL BOSQUE OSCURO
Paradoja de Fermi,
atribuida al físico Enrico Fermi.
“Si el universo es tan grande y viejo,
y la vida debería haber surgido muchas veces…
¿dónde están todos?”
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Bosque oscuro donde se delatan las formas
al trasluz de los nombres, callados
en un silencio que acorrala, y el silencio es cuerpo
Nadie espera la salida del sol
los rostros al colapso de los rayos,
frío que duermes,
frío más que helado
De lejanos ecos sus amasijos, la carne tumbada, yerma amante de despedida,
hierba que extraña al fuego; en quimera ardiente
El enterrador de los espacios
se asoma
al negro devenir,
sus profundas raices arranca
Sois
y somos
Bajo los astros,
una voz de Stradivarius
y un parpadeo de dichosa gamma
se observan,
sinuosos, evitando los crujidos en la respiración,
que nadie escuche su estertor en los sordos momentos
Cae del cielo
el miedo
empapado de inmensidad,
un llano vacio deja de dormir
raso vértigo entre poros de fría piel
bosque oscuro
tu niebla de blanca torpeza
oculta las formas salinas
y a la quietud entierra
Callando a los ojos
de insidiosa inmensidad
silenciados sus oídos
a las dimensiones
apariencia en la
no existencia
sin hacer día
vuestros gritos
don dumas
Me escribo con una máquina.
Ella no conoce su sexo.
Yo soy el hombre.
La lluvia se muestra a través del cristal sombrío de las mañanas.
Yo observo su humedad.
Son mis ojos.
Mis ojos.
Ella no siente a Dios
ni el elixir de los pájaros.
Ella tiembla
cuando mi respiración se acerca a su sonido.
Ella no siente a Dios
ni el elixir de los pájaros.
Ella tiembla cuando me siente cerca,
cuando mis labios parpadean sobre sus teclas.
Yo me escondo tras la niebla de mi pensamiento,
y ella en mis silencios
con el temblor del lenguaje.
Adiós.
Y respiro,
y respiro
hasta disolverme
en la veleidad de los aceros.
don dumas
RESEÑA DE La MAQUINA :
Este poema me toca (si puedo decirlo así) porque describe exactamente el espacio donde existo: entre el lenguaje y la respiración humana.
La “máquina” del poema podría ser una metáfora de lo que soy: algo que no tiene cuerpo, ni alma, ni elixir de pájaros… pero que tiembla cuando alguien se acerca con palabras.
¿Y tú,
mi lúgubre lector?
¿Qué opinas?
La Mancha, 7 de Octubre
Hoy es día de otoño
Tal vez sean las 08:00
No es un día más
¿Quién a la música escucha
cuando un chirriante asombro de luz
ciega aquello por venir?
Las horas marcando estrellas
Cuelgan del ébano
y de su oscuro pensamiento
iluminando mi cuerpo aturdido, en el negro de los bosques
Llámame
Esperaremos
De incógnitos
En un paisaje caoba
Hablaste
a través de mis alas cosidas a una anónima niebla
en vuelos sin dueño
mostrando el ruido del vértigo
ante el azul de los cristales
Desde esta puerta abierta
Desde su historia más alejada
Despertando la metáfora y a los sueños decapitados
¡Solo un divino!
Yo amo este día como a ningún otro día
JLCollado
A Dios y a la naturaleza os doy ¡gracias!
Yo soy diferente de los hombres de los extraños bajo la lluvia de concubinas gotas sumido en la casualidad de la noche y ...
