Y en esta mala realidad
huyo del jardín más bello y rotundo
eligiendo mi destrucción
Destrucción, te elijo a tí
dichosa desolación
sin la perpetua belleza de las cosas
Elijo tu extraño matiz,
tus alveolos de planeta encogido,
acaso tus extensas miríadas
difuminando a mi Dios triunfal,
entre el éxtasis de mis lunas de mefedrona
¡Brilla iris anónimo en el funeral de las ramas!
Quebradas sus voces de realidad
en un cortejo de espejos sin dueño
¡Cruza los paisajes moribundos, ciudad de Éfeso!
como un fantasma dibujado sobre nuestras visiones
diarias
de pájaros huidizos
En el cristal del habitante pasajero
Hoy no temo a la constante bruma
de la antropomorfa realidad
¡Os escribo! ¿Veis?
Esperando,
soy hombre
bajo las estrellas
don dumas
Habla la voz del antipoeta, el brillo deslumbrante entre tanta oscuridad que nos rodea.
ResponderEliminarMagnífico el cierre del poema, no puede ser más perfecto!
Abrazo admirado!