MIS VERSOS MUERTOS

30 septiembre 2018


Habito en un reino de abejas, erosionado por alas de obrera.

Empapado del veneno líquido que inflaman enfermos mis sentidos.


Hoy es el día del beso al aire. El que me arrebata el sueño, y tal vez, la ilusión de ser un marinero en mi barco perdido, sin rumbo conocido. Si, todo me lo arrebata el surco invariable que no se desvía. La única opción. Es el demonio ardiendo en mi pretérito, en mi presente y mi futuro. No hables con Díos en los días de este aire mojado. No abras los ojos debajo de las sábanas. Sabes que su frío no es solo su invierno.


Yo, mi pobre yo, los ha abierto. Y he visto secas aquellas flores negras que tanto amé.


Ahora mis noches se han vuelto pálidas. No siento mi pecho. Apenas respiro.


No soplas, viento, en mis branquias.


Soy el agujero negro que expulsa pensamientos. Desechos. Vomito todas las creencias.


¡Ay mis flores muertas! En vano les escribí oraciones. Salivando en el azúcar de su belleza. Derramando mi alma en tinta. Mis lágrimas más negras. Plenamente oscuras.


Ya no escribiré versos vivos. Todos yacen muertos en mi guarida. También en la tuya.


Me envuelven como pesadilla. Son versos fantasmas. Anidando en mi garganta.


Adiós a mi triste gloria. Dejadme avisaros de mi despedida. Es este día gris todos mis días. Abridme las puertas del edén. Tras ellas veo la salida mientras piso escorpiones. Hachas en punta: regreso al mono, al pez, a la molécula. Solo para dejar de ser.


Vi en tus bellos ojos mi recuperada mirada. ¡Como odio estos días que me hablan sin voz! Señales que pinchan la piel. Escuece mi universo entero. Necesito un solo libro que me hable. Eras tu mi aire. Y ya no te respiro.


Las matemáticas me aprietan las muñecas. Deforman todas las caras. Sin sentido, buscando la esencia en el centro. En el centro. Cuando la sorpresa dormita, escondida como una princesa, en la magia de cualquier rincón olvidado.

Tan lejos pero tan sereno.

Habita en la sorpresa. Búscame. Dibújame la idea de ser la reina en el dulce panel. Solo hoy.




SCDT







3 comentarios:

  1. Es triste ir a una librería y no encontrar un solo libro de poesía. Esto me ha sucedido media hora antes de escribir mis versos muertos. ¿En que mundo habitamos?

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  2. Qué intenso y enigmático nexo te une a tus flores negras! Parece como una especie de proyección tuya.
    Tras el sepelio de tus flores hablas de la sensación de sentirte sin aire, sin vida...
    De dejar de ser; son dos duelos a la vez en un propio ser.
    Es tremendamente conmovedor todo lo que expones. Se puede paladear la angustia y desazón en cada verso con una divina belleza.
    Me gusta la canción que acompaña el poema; " si tan sólo esta noche pudiéramos dormir en una cama hecha de flores". Seguro que para ti serían negras. Besos Don Dumas.

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    Respuestas
    1. Las flores negras, las rosas negras son toda mi vida.
      Gracias Marisa por leer este tostón. Ya te tiene que gustar. Ya
      Besos enormes

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